EL JUICIO DE SÓCRATES: LA DEMOCRACIA, LA JUSTICIA Y LA LEGALIDAD

 

EL JUICIO DE SÓCRATES: LA DEMOCRACIA, LA JUSTICIA Y LA LEGALIDAD

Lucía Dariana Moreno Sánchez

Cuando se habla de filosofía, inevitablemente viene a la mente Sócrates, uno de los fundadores de la filosofía occidental, quien, sin escribir una sola obra, gracias a su enfoque en la ética y el cuestionamiento crítico, ha logrado trascender hasta el día de hoy. Sin embargo, aunque se tenga una noción de quién es y qué es lo que dijo, pocos han reflexionado en los principios y pensamientos que regían sus convicciones y lo llevaban a actuar. Por ello, a continuación, se abordará las posturas controversiales de Sócrates respecto a la democracia y la obediencia a las leyes, las cuales están reflejadas en la apología de su juicio, seguido del análisis de como este ilustra las tensiones entre dos de los principios fundamentales del Derecho: la justicia y la legalidad.

“Solo sé que nada sé” es una de las frases más conocidas de Sócrates, y aunque no aparezca de forma literal en ninguno de sus diálogos, esta frase refleja su pensamiento sobre los límites del conocimiento humano y cómo la verdadera sabiduría reside en aceptar nuestra propia ignorancia. Es así que se puede observar este fragmento de Apología de Sócrates, en el cual, tras visitar a un considerado sabio, Sócrates dice “Y partí, diciéndome para mis cabales: ninguno de los dos sabemos nada, pero yo soy el más sabio, porque yo, por lo menos, lo reconozco” (Platón, 2007, p. 22), evidenciando el valor que tiene para él la aceptación de nuestra ignorancia para alcanzar una comprensión más profunda de uno mismo y del mundo.

La tensión entre las ideas de Sócrates y las ideas aceptadas de la sociedad ateniense resultó en uno de los eventos más significativos de su vida: su juicio. Este hecho tuvo lugar en el año 399 a.C., donde Sócrates fue acusado por Meleto y Ánito de impiedad por no reconocer a las divinidades oficiales de Atenas, promover otras y corromper a la juventud con sus enseñanzas. En su defensa, negó las acusaciones, argumentando que no era ateo y que su intención era educar a los jóvenes para mejorar su carácter, no corromperlo. A pesar de sus argumentos, el jurado conformado por 501 miembros, lo condenó a muerte por elección democrática, con una mayoría que superaba a la minoría por apenas 60 votos. Finalmente, antes de ser ejecutado, Sócrates ofreció un último discurso en el que reflexionó sobre la muerte y su significado, aceptando la sentencia con serenidad, para posteriormente someterse a la ejecución mediante la ingestión de cicuta, manteniendo su actitud filosófica hasta el final (Hansen, 2016).

Luego de conocer la defensa de Sócrates, se plantea la cuestión: ¿qué relación tiene la democracia con este juicio? Hay que recordar que en el juicio de Sócrates, las decisiones fueron tomadas bajo un sistema democrático; sistema que anteriormente había sido criticado por el filósofo. Estos diálogos, donde Sócrates aborda la democracia, se encuentran en el libro La República de Platón (2020), en el cual argumenta que si todos los ciudadanos tienen igual capacidad para decidir sobre asuntos de Estado, entonces todos, sin importar su conocimiento o experiencia, son igualmente competentes para gobernar. Esto puede resultar en gobernantes incapaces de dirigir al pueblo, ya sea por el resultado de la elección de personas poco competentes o de elocuentes con intereses egoístas. Además, menciona la naturaleza cambiante de las opiniones y deseos del pueblo, lo que puede llevar a políticas inconsistentes y puede resultar en un gobierno inestable. Así, en el juicio de Sócrates, se observa cómo los votos del jurado tuvieron influencia de factores como ‘el orgullo y la malicia,’ tal como él mismo lo afirma en su Apología, sugiriendo el gran conflicto de intereses presente al dictar la sentencia.

Sócrates sostenía que la ley debía ser respetada en cualquier circunstancia, por lo que, a pesar de que sabía que le esperaba una dolorosa condena de muerte, acepta la sentencia. Esta postura se observa en los diálogos de Critón, donde se argumenta que, ante la propuesta de evadir la sentencia y escapar de Atenas, Sócrates sostiene que es uno de los atenienses que más había demostrado su conformidad con las leyes, y al huir, sería una forma de violar el contrato social que había mantenido durante toda su vida (Platón, 2007). Así, se puede ver cómo, desde esas épocas, Sócrates ya tenía noción del concepto de “contrato social”, el cual, según Rousseau (1762), tiene como cláusula básica que “Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general (…)” (p.13). Sócrates apelaba a este contrato para fundamentar la obediencia a las leyes, concluyendo que aceptar los beneficios de la ciudad conllevaba también aceptar sus leyes y sanciones. Sin embargo, según su defensa, existía una jerarquía normativa para Sócrates, y las normas superiores debían ser priorizadas, entonces, no desobedecería un mandato divino (buscar la sabiduría por precepto del oráculo de Delfos) aunque se tratase de acatar las leyes de la ciudad.

Ahora que se tiene conocimiento del caso y del pensamiento de Sócrates, se puede observar cómo las decisiones de un jurado democrático pueden llevar a una oposición entre justicia y legalidad. En este contexto, surge la pregunta: ¿debe obedecerse a las leyes por ser justas o por el hecho de ser leyes? Empecemos por definir ambos conceptos: según Caballenas (2008) la legalidad es la “conformidad con la ley”, y la justicia es un “supremo ideal que consiste en la voluntad firme y constante de dar a cada uno lo suyo”; es decir, mientras que la legalidad se basa en la aplicación literal de las normas, la justicia se centra en la equidad y en el dar un trato digno a las personas. En el juicio de Sócrates, aunque la condena fue un acto legal dentro del sistema democrático ateniense, deja mucho que desear si nos ponemos a analizar cuán justa fue esta decisión y los intereses políticos detrás de ella; para esto podemos citar a Ramis (2005) cuando se cuestiona “¿Existió temor frente a las ideas de Sócrates en sus acusadores y en el Tribunal que lo condenó?”, y llega a la siguiente conclusión:

Sin duda, algunos líderes democráticos del momento, como Ánito, veían en las enseñanzas del filósofo una amenaza para el régimen. Tras la acusación de impiedad, que como hemos visto, tiene una carga política en sí misma, se vislumbra un claro temor sobre el peligro que, según la visión de los litigantes, suponía el magisterio socrático para la democracia ateniense. (p. 68)

Con base en esto, se afirma que el cargo de impiedad solo fue una excusa, ya que la verdadera motivación del juicio era librarse de Sócrates por considerarlo una amenaza que desafiaba el statu quo y cuestionaba la sabiduría de los líderes de la ciudad, lo que refleja cómo el sistema legal puede llegar a estar en conflicto con los principios de justicia.

En conclusión, la vida y condena de Sócrates ilustran cómo una sociedad democrática puede enfrentarse a dilemas sobre la legitimidad de sus propias prácticas y la naturaleza de la justicia. Su juicio invita a una reconsideración de la relación entre la legalidad y la justicia en las democracias actuales, además de enfatizar la importancia de cuestionar y examinar las propias creencias y sistemas en la búsqueda constante de la verdad y la virtud. Es necesario que las leyes y las prácticas judiciales estén alineadas con principios más amplios de justicia y equidad. Por otra parte, la postura de Sócrates respecto a la democracia sugiere la importancia de ser competentes en el liderazgo e invita a reflexionar sobre la calidad de las decisiones y la necesidad de un liderazgo informado y virtuoso. Al final, la crítica y postura de Sócrates es una llamada a mejorar los sistemas de gobierno para enfocarlos al bien común.

REFERENCIAS

Caballenas, G. (2008). Diccionario jurídico elemental. (19.a ed.). Editorial Heliasta S.R.L

Hansen, M. H. (2016). El juicio de Sócrates desde el punto de vista ateniense. Universitas Philosophica33(67), 17-52. https://doi.org/10.11144/javeriana.uph33-67.jsva

Platón. (2007). Apología de Sócrates. Cultura Peruana. (Obra original publicada ca. 399 A.E.C.)

Platón. (2007). Critón. Cultura Peruana. (Obra original publicada ca. 399 A.E.C.)

Platón. (2020). La República. Cultura Peruana. (Obra original publicada ca. 380 A.E.C.)

Ramis, J. P. (2005). Reflexiones sobre el trasfondo político en el juicio contra Sócrates. Atenea, 491, 57 - 69. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-04622005000100005

Rousseau, J. (1762). El contrato social. Fondo documental EHK

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